Fuente: Idealista News
Septiembre es casi como enero: uno vuelve renovado de las vacaciones, con ganas de cambiar el mundo, de trabajo e incluso a veces, hasta de pareja. Pero puede que nada de lo anterior te convenga y lo que te resulte más práctico sea cambiar la decoración de tu casa. Pero claro, acabas de llegar de las vacaciones y el presupuesto que tenías te lo has fundido en esos maravillosos días del Caribe. ¿Cómo hacerlo entonces?
Que no cunda el pánico, porque te traemos unos útiles consejos para que puedas darle un aire renovado a tu casa sin gastarte mucho dinero (e incluso nada si eres una persona mañosa). Te aseguramos que tus invitados lo notarán y sin embargo, tu cartera no se resentirá. What else…?
1. Reciclando, que es gerundio
Sí, lo hemos contado alguna vez en esta sección, por ejemplo, cuando pensaste en deshacerte de tus puertas te contábamos que se podían convertir en cabecero para tu cama.
Foto: Atrezo Arquitectos
Pero hay más posibilidades: desde tarros que se pueden adecentar como lámparas de techo (las hay que se hacen hasta con escurre verduras) y bombos de lavadoras que reviven en otra parte de la casa. Sí, hay que ser un poco mañoso para desmontarlo pero una vez hecho te puede servir de lámpara (y te aseguramos que genera una iluminación muy bonita), o incluso, de macetero para tus plantas. Las perchas pueden servir como revistero, barras de hierro como colgadores, etc. A poco que bucees en internet encontrarás soluciones para ese aparente trasto del que te quieres librar.
2. Echa un vistazo a la calle
Se suelen tirar los palés con cierta alegría y es una pena porque, si tu casa tiene unas dimensiones adecuadas, pueden ser una excelente solución de decoración. Y además, económica. Como cabecero de cama (a poco que lo barnices te quedará estupendo), como mesa bajera en el salón…). Los bloques de hormigón apilados pueden servir (evidentemente, con algo mullido encima) de banco o como mesillas de noche (basta colocarlos en vertical, y no necesitan mantenimiento). Y si eres un manitas, con tuberías antiguas se pueden hacer hasta estructuras de cama… Desde luego, tu dormitorio quedará de lo más original.
Foto: Pixabay
3. Dale otro aire a tus estanterías
Sí, las hay que salen muy económicas y no hace falta dar nombres, pero si quieres distinguirte de lo que tienen en el resto de vecindario, puedes utilizar otros elementos. En la cocina, en el comedor, en la entrada de casa, prueba a utilizar cubos antiguos como estantes. O tarros de cristal. Una idea para el pasillo es rescatar esa antigua escalera de madera que acumula polvo en casa de tus padres en el pueblo. Verás qué resultado más bonito.
Foto: Kenay Home
4. Cambia la pintura
Si se te da bien, puedes hacerlo tú mismo. Hay mil combinaciones que le darán otro aire a tu casa y te parecerá que estrenas vivienda. Por ejemplo, si tienes niños en casa les encantará una pared donde puedan pintar: con la pintura de pizarra lo tienes solucionado. Queda muy bonita y ellos podrán expresar su creatividad (sin temor a que les eches la bronca porque están pintando en la pared).
Foto: Pixabay
5. Coge ideas en vacaciones
Aprovecha que sigues de vacaciones y más si estás en entornos rurales, para hacerte con elementos para tu casa. Por ejemplo, los frutos del eucalipto (son bayas con forma de cápsula cónica) son un excelente ambientador, y ecológico. Las piedras de río quedan preciosas de salvamanteles, basta añadirles una base y pegarlas con pegamento, ramas de árboles rotas (que puedes pintar o no) para ornamentar paredes… Aprovecha tus excursiones veraniegas para encontrar elementos que darán otro aire a tu casa.
Foto: Pixabay